En un origen eran tres amigos, Niccolò il Machia, Agostino Vespucci y Antonino Argalia. El mundo de su infancia era un bosque mágico. De pronto, su mundo se mezclará con el de una princesa y su doble, un emperador poderosísimo enamorado de una mujer imaginaria, batallas, traiciones, viajes, Florencia, India, Persia...y el siglo XV.
Una novela extraordinaria en su prosa, muy documentada históricamente y de análisis profundo de los personajes.
He recogido cinco fragmentos que, a mi entender, representan la intención última del autor:
1. He venido aquí por propia voluntad con la esperanza de forjar la unión entre las grandes culturas de Europa y Oriente a sabiendas de que tiene mucho que aprender de nosotros y convencida asimismo de que tiene mucho que enseñar.( 251)
2. Todo libro debía ser leído antes por tres comentaristas distintos y declarado libre de sedición, obscenidad y mentiras antes de llegar a presencia imperial (227)
3.- ¿Qué pasa Niccolò? ¿no sabes que cuando te olvidas de tus amigos es porque también te has olvidado de ti mismo? (222)
4.- El pasado era una luz, que debidamente orientada, iluminaba el presente con más intensidad que cualquier lámpara contemporánea. (227)
5.- El emperador quedó en silencio y reflexionó sobre la injusticia que había cometido, por la cual el castigo fue la ruina de su capital. La maldición de los inocentes había recaído en los culpables. (318)
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